8.11.2006

Carta a Ignacio Vidal-Folch.
Por Miguel Carrión Pérez.

En contestación a su artículo de 1 de julio de 2006 en El País es preciso hacerle varias aclaraciones y comentarios. La primera es que la Colonia Castells fue construida en 1923 y no a finales del siglo XIX, la segunda es que en el solar del proyectado ambulatorio existían talleres y no casas, por lo que sería de agradecer más rigor a la hora de documentarse.

Comentarle que la Colonia Castells no está formada por casa bajas, ello requiere una observavión objetiva e in situ, por lo que son más los afectados. En la Colonia viven personas trabajadoras y que han trabajado, sus historias son las del día a día y estas en su artículo no han sido reflejadas, no así la de los personajes marginales que supongo que venden más periódicos , ¿es acaso el compromiso con el lector que no es culto y lee deprisa?, le agradecería que revisase su entrevista con Sandra Rivas.

El mayor especulador, que tiene nombre, no será el afectado y es triste constatar el miedo que se infunde al bolsillo del conciudadano. Por último recordarle su interés: "...que echen abajo la Colonia me importa un pepino", si viven personas, por extenso le importa lo mismo, por lo que siéntase de la misma manera importado. Su estilo de redacción más que a Valle Inclán recrea a Henry Miller.

Por cierto, esta carta fue enviada a El País y no fue publicada ni en su edición escrita ni en la sección de cartas no publicadas, sus motivos o intereses están claros.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Gràcies Miquel, com a afectat, també em sento representat pel que li dius a aquest pseudo-periodista.
Totalment d'acord. Des que m'he assabentat que no t'han publicat la carta, no compro EL PAIS (el comprava a diari).

10:31  

Publicar un comentario

<< Home